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Es en la noche cuando dejo salir mis ideas, mis motivaciones, mis desmotivaciones, mis molestías, mis inquietudes, mi ser. Durante el día hay que fingir. Durante el día hay que poner buena cara, pues todos esperan algo de vos. Y los decepcionás y no sabés qué hacer. Hubieras preferido quedarte en tu encierro que someterte a la ansiedad de no saber cómo tratar a alguien. De tratar de llenar las expectativas, de entretener, de aparentar felicidad. Durante la noche soy un músico, soy un escritor, hasta revolucionario (de escritorio). Durante la noche nadie me critica, pues estoy yo solo. Y no puedo ser ruidoso, pues podría despertar a alguien y eso interrumpiría mi soledad reconfortante. Durante el día ansío la llegada de la noche, para sentarme a escribir sin interrupciones, sin teléfonos sonando ni personas caminando a mi alrededor.

Sé que hay una cura para todas esas cosas, pero no me interesa obtenerla, no tengo motivación para buscarla. Aunque la ansiedad a veces es demasiado molesta y quisiera no llevarla conmigo, pero esto que llamo depresión a veces me agrada. ¿Y si me curo y me convierto en una de esas personas que pasan sonriendo y felices todo el tiempo? No quiero ser así, no va conmigo. Quizá ya me acostumbré a estar "deprimido". Hasta ahora caigo en la cuenta que casi siempre paso con una nostalgia y no puedo mantener contacto constante con casi nadie por más de una semana continua. Siento que me drena tener compañía y siento la necesidad de aislarme. Son cosas que siempre me han pasado pero siempre las había considerado como algo del momento, o provocado por algún evento en particular, pero ahora he notado que es algo constante y no hay nada que lo provoque. Lo peor es trabajar en algo donde tengo que dar la cara a por lo menos cincuenta personas al día y además tratar de venderles algo y ser agradable. Hasta ahora me doy cuenta de cuán mala fue la idea de trabajar ahí.

Además de eso, creo que desde que me vine para Estados Unidos me siento más miserable. El sentido de pertenencia es nulo. Lo bueno ha sido la experiencia y las personas que he conocido, pero no logro acostumbrarme a esta vida, aunque intente. No sé, no tengo una maldita idea de nada en este momento. No sé qué será de mi vida. Vivo aquí pero no lo considero mi hogar. Mi hogar es El Salvador, con sus maras y miseria, pero también con su historia y su clima tropical, su sufrimiento y calidéz. ¿Intento hacer de este país mi hogar? Pero es que cada día que pasa ansío estar en El Salvador. Quizá soy un soñador, un iluso. Muchos desean venir a este país y yo quiero regresar. ¿A qué se debe? Y los días pasan y no tengo libertad de movimiento, no sé qué hacer. Me siento miserable por no tener control sobre mi vida, y no sé si algún día voy a tenerlo…